Latin Mining
21 de Abril de 2023

El pecado original de la comunicación minera

El periodista Daniel Bosque, al frente del portal especializado de minería y energía “Club Minero”, hizo hincapié en cómo adaptar el mensaje de manera tal que la minería se gane el afecto de la opinión pública.

Está claro que cualquier mensaje debe adaptarse a quién va dirigido y el sector minero no escapa a esto. ¿Pero cuál es el problema de adaptar los mensajes? “Hay dos formas semióticas de evangelizar. Una es transigiendo, como he visto en algunas campañas: ‘Vamos a hablar en el idioma inclusivo, energía para todes’. No, no pasa por ahí, sino volver a explicar desde el huevo o la gallina cada una de las premisas que se dan para que el mundo sea mundo. Ahora ¿con eso vamos a comprar el afecto de la opinión pública? Yo creo que no, es difícil. Si, en todo caso, fortaleciendo las sinapsis de que esto puede ser menos dañino de lo que se piensa y traer más bienestar de lo que se cree.  Siempre hay que ser más creativo, pero si a mí me preguntan ¿cuál es un pecado original que hubo o hay muchas veces en la comunicación de la minería? Respondo que es el disparo al bulto, la perdigonada, es decir, el haber confundido los públicos que hoy están más segmentados que las tarifas de los servicios públicos. Entonces, cada tribu tiene su lógica de pensamiento y su sistema identitario, y hay que hacer un esfuerzo de comunicación para cada uno de ellos”, detalló Bosque.

Según Bosque, comunicar la minería “tiene mucho que ver con que es una ciencia oculta porque no hay una sinapsis entre el uso mineral y el confort, y es mucho más fácil la aprensión entre el hidrocarburo. El mundo fue a un discurso verde y ahora post Ucrania, y todas estas tensiones, se está redescubriendo que lo nuclear y el carbón no era tan malo para sostener un estatus de civilización en el mundo. Hacen falta todavía tecnologías de transición, o no de transición, hacen falta los fósiles, los minerales, la utilización intensiva de los recursos naturales y países como la Argentina tienen una abundancia de recursos. El desafío de los gobiernos y de las clases dirigentes es poner estas explotaciones en sintonía con bienestar en general y ahí viene una prédica muy interesante que podemos hacer los periodistas: no estrujemos las estadísticas de tal manera que cualquier cosa es cualquier cosa, es decir, que digamos grandes magnitudes que terminan siendo huecas porque evidentemente hacer minería, petróleo o cualquier actividad intensiva no genera necesariamente trabajo y bienestar para todos, entonces tiene que haber mecanismos de tensión, de compensación y que no sean solo el acoso tributario, porque esto sería lo otro, es decir una plutocracia del Estado que te dice ‘ustedes ganan mucho, tienen una renta exagerada e inesperada, sobrevenida y la vamos a redistribuir’. El problema es cómo se redistribuye, quiero decir, si se redistribuye o si sirve para alimentar Estados parasitarios, situaciones ineficaces”, comentó.

Clubminero es una plataforma para poner en valor protagonistas, procesos y tendencias. “Siempre he sido muy amigo de escribir y decir las bambalinas. Aquello que se dice -que no se sabe quién lo dijo- de que la diferencia entre el periodismo y las relaciones públicas es que el periodismo cuenta lo que otros no quieren que se cuenten. Y sobre todo, poner en valor el proceso de construcción de negocios, una palabra que está mal vista muchas veces en un contexto, pero que tiene que ver con la construcción de lo que dicen en minería: pasar de recurso a reserva y de reserva a riqueza”, señaló el periodista.

INERCIA

“Hay una inercia que tiene que ver con un devenir de las civilizaciones que tienen, a su vez, un correlato cuando ya es superavitario en confort. Entonces tienes en el planeta un par de mundos, uno muy sumergido y oculto como es África, y otro hiper confortable que un día dijo ‘nosotros queremos tener una vida cool, una vida verde. Voy a tener un teléfono, pero el coltán me lo van a traer de África, pero como un día estará penalizado traerlo de África lo voy a triangular etiquetado como que viene de Brasil’. Ahora, ¿de qué manera puede ser sustentable el planeta de la electromovilidad, donde cada uno de nosotros tenga que enchufar su coche por la noche. ¿Habrá enchufes para todos? se preguntaba un estratega español ¿Quién pagará la electricidad y cuánto me va a costar? porque la electricidad ha aumentado un 80 por ciento en Gran Bretaña y probablemente a una familia en Europa puede constarle energizarse en invierno entre 500 y 600 euros”, señaló. 


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